Soberanía

Pensar Malvinas más allá del 2 de abril

Pensar Malvinas más allá del 2 de abril

Malvinas suele llegarnos como una historia de derrota, de subordinación y reducida a una guerra que duró dos meses. Pero es mucho más que eso, es parte central de nuestra historia y de nuestra soberanía. Porque detrás de esas “dos islas del sur” se juega nuestro control sobre gran parte de nuestro territorio y la importancia de nuestros mares para la geoestrategia internacional.

Gustavo Gutscher

Malvinas suele llegarnos como una historia de derrota, de subordinación y reducida a una guerra que duró dos meses. Pero es mucho más que eso, es parte central de nuestra historia y de nuestra soberanía. Porque detrás de esas “dos islas del sur” se juega nuestro control sobre gran parte de nuestro territorio y la importancia de nuestros mares para la geoestrategia internacional. 

El querer borrar, reducir o relativizar la cuestión Malvinas, se basa en la aceptación de una subordinación al imperialismo. Porque desde la ocupación española en 1492 se sucedieron diferentes ocupaciones por parte de Gran Bretaña y Francia que fueron denunciadas y expulsadas; y esa historia de reafirmación soberana e integración con Malvinas por los habitantes de nuestras tierras fue borrada sistemáticamente.

El interés por ocupar Malvinas se basa en que no sólo son ricas en recursos pesqueros y petroleros; sino que se encuentran en un paso marítimo clave que permite transitar entre los océanos Atlántico y Pacífico. Ruta que en nuestros tiempos se vuelve crítica por el crecimiento de Asia como punto comercial, las proyecciones de guerras en el pacífico y la saturación del canal de Panamá.

Pero en estos apuntes no vamos a hacer un racconto sobre la cuestión Malvinas, sino avanzar sobre algunas crónicas que dan cuenta de la importancia de estas islas en el presente:

 

Echamos a los yanques

En octubre de 1820, David Jewett a mando de la fragata Heroína desembarcó en puerto Soledad, hizo flamear la bandera de azul y blanca -que eran los colores oficiales del momento- y tomó posesión de las islas a nombre de las Provincias Unidas en Sud-América. Este hecho fue clave en nuestra historia porque significó el primer acto de soberanía sobre las islas por parte de este pueblo, luego de liberarse de España. También es un antecedente jurídico importante que no haya recibido reclamos por parte de Estados Unidos ni Gran Bretaña, quienes faenaban ballenas y lobos marinos en las islas. Incluso, cinco años después encontró en el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Argentina y el Reino Unido un reconocimiento cabal de la soberanía argentina sobre Malvinas e islas adyacentes.

Esta incipiente Argentina fue afianzando su poder soberano sobre el territorio mediante defensa de sus recursos. Para ello, en 1831 se nombró comandante Político y Militar de las Islas Malvinas y las Adyacentes al Cabo de Hornos a Luis Vernet. En aquellos años, más de 600 barcos de bandera estadounidense recorrían los mares del mundo cazando ballenas y lobos marinos, muchas veces sin licencia de pesca. Como dijimos anteriormente, en nuestros mares se encuentra una riqueza ictícola enorme, por lo que constituía una zona apreciada para la pesca.

Entre julio y agosto de 1831 Vernet apresó a tres goletas de bandera estadounidense que pescaban ilegalmente en las inmediaciones de las islas: la “Harriet”, la “Breakwater” y la “Superior”. En un hecho que efectivizó el ejercicio de la soberanía sobre nuestras islas y que fustigó al gobierno estadounidense.

Este punto es de particular actualidad por varias cuestiones. En primer lugar, por el pobre control de buques pesqueros en nuestros mares, incluso con un incidente donde se liberó un buque que pescaban ilegalmente por orden de cancillería para permitir la “libre pesca”. En segundo lugar, porque hace algunos días el Reino Unido decidió -de manera unilateral- extender la zona marítima que le corresponden a las islas y la zona donde esta prohibida la pesca. Esto es una forma de dar indicios de su posesión sobre las islas y un acto de provocación para la Argentina. 

 

La  «pre-OTAN»

El acontecimiento antes mencionado tuvo su repercusión militar, con un ataque que el buque de guerra norteamericano “U.S.S. Lexington” propició en Puerto Luis. Producto de este ataque, gran parte de los establecimientos allí asentados quedaron destruidos. Esto facilitó que el 3 de enero de 1933, tropas de Gran Bretaña ocuparan y usurparan Malvinas. Este hecho ocurre sin declaración de guerra de por medio. Argentina contaba con pocas tropas en las islas en comparación a las británicas que desembarcaron ese día, por lo que no presentó batalla.

En las islas quedaron algunos gauchos que el 26 de agosto de 1833, liderados por Antonio Rivero, atacaron con facones, boleadores y pistolas a los usurpadores británicos. El ataque fue exitoso, lo que expulsó a gran parte de los colonos a una isla cercana y, según versiones poco documentadas, fue izada la bandera Argentina en Puerto Luis por 5 meses. En 1834, el gobierno británico logró la captura y el enjuiciamiento de los gauchos sublevados.

Inglaterra, Estados Unidos y Francia habían ya declarado su interés sobre Malvinas e islas circundantes con el fin de controlar el Océano Atlántico. Desde la caída de Constantinopla en manos turcas, los gobernantes europeos se disponían a encontrar una nueva ruta para el comercio de las especias con el oriente. Es así que el paso marítimo de Malvinas se volvía crítico para llegar al pacífico y de allí a las indias.

El control en Malvinas, como en la actualidad ejerce la OTAN, fue militar y comercial. Y los aliados interesados defendieron y ayudaron a Gran Bretaña en su usurpación. Es así que Estados Unidos apoyó a Gran Bretaña no sólo en 1833, sino en posteriores intentos de Argentina de retomar el control sobre las islas. Estados Unidos se aseguró, con su aliado en las islas, la explotación pesquera en ellas.

Además, controlar las Malvinas representa controlar una parte importante del territorio argentino. El ex embajador Horacio Solari va a afirmar que la ocupación y los reclamos británicos sobre la plataforma marítima argentina es comparable al territorio terrestre de la República Argentina. Y es aquí que se toma dimensión el carácter bicontinental y marítimo de muestro territorio. Argentina cuenta con 3.761.274 km2 emergidos sobre el mar y 6.500.000 km2 de proyección marítima ¡casi el doble que la superficie emergida de la Argentina!.

También se toma dimensión de la importancia de esos mares, dado la proyección que le permite a los países con costa en el Atlántico, acceder al Pacífico. Algo que, como dijimos, el incremento del comercio asiático lo vuelve crítico.

 

Patria Grande

Bolivia, meses después de la ocupación británica en 1833, hace llegar un mensaje a la Argentina que habla solidaridad latinoamericana, de la necesidad de una defensa continental de la soberanía y de la independencia de toda potencia extranjera. En el mismo se hace referencia al frustrado Congreso de Panamá, concertado por Simón Bolívar, que buscaba la confederación americana. Aquí dejamos algunos extractos:

“La hermandad habría dado a las  naciones de América toda la respetabilidad necesaria para que las naciones europeas se abstuvieran de emprender agresiones desconocidas por el derecho internacional, para repelerlas con vigor en el caso de que se avanzase con medidas violentas (…)

La conducta del Gabinete británico en las Malvinas, aunque sea perjudicial esencialmente al gobierno que se siente despojado de su posesión, es ofensivo y demasiado injurioso a todas las repúblicas americanas, y, a juicio del gobierno de Bolivia, es un asunto altamente continental.

Bajo de este concepto, por su parte, no sólo coadyuvará en cuanto pueda en la reparación de tamaña ofensa, sino también desea eficazmente se la cuente entre las primeras para reclamarla y conseguir por los medios que sean convenientes el resarcimiento de los perjuicios ocasionados y la satisfacción que tanto interesa a la soberanía y la dignidad americana.

Estos son, señor ministro, los sentimientos del gobierno del infrascripto y los de la nación boliviana, idénticos con los de todo corazón verdaderamente americano.”

 

Palabras finales

Es así que en sólo tres años acontecieron eventos que ponen en relevancia problemáticas soberanas que continúan hasta nuestros días. El control de nuestro territorio, de nuestros recursos, de un paso tan importante entre ambos océanos; la capacidad de defensa y de integridad de nuestro territorio bicontinental que permiten las islas; y la injerencia de la OTAN en asuntos argentinos y sudamericanos son algunas de ellas.

También, en sólo tres años de historia, se sucedieron varias experiencias soberanas que son ejemplo para nuestros tiempos y parte de nuestra historia. Es indudable que luego han ocurrido otras tantas, pero hasta aquí llega esta nota con el anhelo que esta breve cronología sirva de reflexión sobre la extensa y rica historia soberana sobre Malvinas.